Entrevistamos a… Claudio García

Responsable de tienda itinerante

Claudio forma parte de la familia Isaval desde hace más de 20 años. A lo largo de este tiempo ha recorrido prácticamente todas las tiendas de la compañía en Valencia, acumulando experiencias y aprendizajes muy diversos. Amante de la naturaleza, los viajes y los videojuegos, Claudio valora especialmente el ambiente familiar que siempre ha encontrado en la empresa y el contacto cercano tanto con compañeros como con clientes.

Hoy queremos acercarnos a su historia y conocer de primera mano cómo ha evolucionado dentro de la empresa.

Claudio García En Primera Persona Isaval

 

 

 

¡Hola Claudio! Para arrancar, cuéntanos un poquito sobre ti: ¿Quién es Claudio y cómo acabaste formando parte de Isaval?

Yo soy Claudio, una persona que ya tiene 53 años, casado, con familia e hijo. Soy amante de la naturaleza, los viajes y los videojuegos. Y me gusta bastante hablar también.

Realmente llevo ya más de 20 años trabajando en Isaval. Fue una manera de tener mayor estabilidad laboral. Venía de un mundo tecnológico, con poca estabilidad, con lo cual buscaba ya una empresa seria y encontré lo que hoy en día es Isaval.

 

¿Recuerdas tus primeros días en Isaval? ¿Qué sensaciones tuviste al empezar?

Recuerdo los días como si fueran ayer prácticamente. Recuerdo que, como venía de un mundo diferente, era un mundo nuevo para mí. Empecé en una empresa nueva, pero vi el potencial que tenía después de entrar. Estoy muy orgulloso de haberla encontrado.

 

Seguro que en tantos años habrá alguna historia divertida o curiosa de tus primeros tiempos… ¿Nos la puedes contar?

Hay muchas, pero recuerdo sobre todo una. He montado tiendas también fuera, he ayudado a hacer traslados… Y nos pasó un día que tuvimos que buscar una llave en un paso de rueda, porque un compañero nos había dejado la llave en ese paso de rueda. Pero estábamos dentro del aeropuerto.

Entonces, la Guardia Civil estaba muy cerca y nos dio un poco de susto porque, ¿qué podían pensar? Si estamos haciendo algún robo o igual alguna cosa peor… Y bueno, hubo momentos de tensión, sí.

 

Has pasado por casi todas las tiendas de la compañía… ¿Cómo ha sido moverte de una tienda a otra y qué te llevas de cada etapa?

Sí, me he movido por muchísimas tiendas. Fue divertido empezar y sigue siéndolo en estos momentos. En cada tienda aprendes diferentes cosas. No es la misma tipología de cliente en una a otra, no son los mismos compañeros, pero bueno, al final acabas aprendiendo mucho de los clientes y, sobre todo, de los compañeros que te vas encontrando en esas tiendas, tanto los que ya no están, como los que sí están.

 

Si tuvieras que elegir, ¿tienes alguna tienda “preferida” o que te sientas “como en casa”?

No tengo ninguna tienda preferida. Al final la suerte o la ventaja que tengo es que puedo trabajar en todas y trabajo bien con todos. Al final, igual que el primer amor, pues tienes tu primera tienda que siempre deja un puntito en ti. En su momento fue Gamma 6, hoy en día es Isaval Aldaia. Con lo cual siempre es el recuerdo.

 

Hablando de cambios, ¿qué es lo que más ha evolucionado en Isaval desde que entraste?

Ha cambiado muchísimo. Yo he llegado a estar envasando material en Isaval, cosa que muchos lo desconocen, pese a que me conocen mucho tiempo. He llegado a envasar a mano. Hoy en día, cuando vas a la fábrica y ves tanta tecnología, ves el cambio tan grande que se ha producido.

Incluso en los pedidos en las tiendas, donde antes se tomaban pedidos a teléfono, con faxes, con fotocopias, hoy en día vamos por correo electrónico. Eso ha cambiado bastante y la evolución de la empresa ha sido muy positiva.

 

Cuéntanos cómo es un día típico para ti en Isaval.

Mi día empieza, como muchos de nosotros, con un teléfono en la mano, encendiéndolo y viendo si hay algún cambio. Habitualmente, estábamos programados para poder ir a diferentes tiendas, pero, a veces por circunstancias, a primera hora hay que cubrir una tienda que no está prevista y cuando tienes pensado ir a una, pues te toca cambiar de dirección rápidamente para poder cubrir a esa tienda.

Y quitando eso, pues como os digo, tenemos un plan organizado en el cual se nos indica cada día dónde tenemos que ir y las funciones, que pasan desde ayudar en el reparto, ayudar a los compañeros en el control de estocaje hasta cualquier cosa que necesiten de mí.

 

¿Notas mucha diferencia entre los clientes de antes y los de ahora?

Sí, los clientes de antes, no es que no supieran tanto, pero hoy en día vienen como muy resabiados. Tienen mucha información y sí que es verdad que antes los clientes eran como más pacientes. Cualquier reparto, podías esperarte un par de días, hoy en día te piden cualquier material y lo quieren para ya. Entonces, tenemos que movernos con mucha rapidez para poder hacer la gestión correcta.

 

¿Qué es lo que más suelen valorar los clientes cuando vienen a Isaval?

Pues sobre todo lo que valoran mucho los clientes es la calidad del producto, demostrada, y sobre todo la atención personalizada que le damos con respecto a otras empresas o centros comerciales.

 

Después de tantos años, ¿qué valores crees que hacen que Isaval sea especial?

Los valores que tiene Isaval como empresa, y lo que me encontré desde el principio, es la gran familiaridad que tenemos entre los compañeros y la empresa en sí. Eso ayuda mucho a tener un buen ambiente de trabajo y que te apetezca mucho seguir trabajando. La empresa eso lo valora también y te da oportunidades.

 

Imagina que alguien empieza hoy en Isaval… ¿Qué consejo le darías para disfrutar y aprender en esta empresa?

El consejo sería que tuviera entusiasmo con el trabajo, que es lo que todos los trabajadores que estamos trabajando en Isaval tenemos, que se esfuerce. Y, luego, cualquier problema que tenga estamos los demás para ayudarle.

 

Si tuvieras que definir a Isaval en una sola palabra, ¿cuál sería?

Profesionalidad.

 

Mirando tu trayectoria, ¿cuál ha sido tu mayor aprendizaje o momento del que te sientas más orgulloso?

Ha habido muchos momentos. Como he pasado por diferentes puestos, ha habido muchos, pero recuerdo uno muy puntualmente. Allá por el 2008, en una época conflictiva económicamente, me dijeron que tenía que estar dos semanas en Alzira, al final fueron casi dos años. Fueron unos momentos muy duros por la coyuntura económica, pero bueno, aprendí mucho de los compañeros y el tiempo que estuve me sirvió para ser lo que soy hoy en día.

 

Y para terminar, ¿qué es lo que más te motiva a seguir siendo parte de Isaval después de tantos años?

Lo que me motiva es el reconocimiento personal que he tenido por parte de la empresa y el poder seguir desarrollando mi labor comercial y personal dentro de Isaval.