¿Cómo preparar el soporte antes del pintado de suelos?
La preparación del soporte es una fase crítica en cualquier intervención sobre pavimentos, especialmente cuando se va a aplicar un sistema de revestimiento técnico, ya sea de tipo epoxi, poliuretano, acrílico o policarbamida.
Esta etapa inicial condiciona de forma directa la adherencia, la durabilidad y el rendimiento del sistema aplicado. De hecho, una mala preparación del soporte es una de las causas más comunes de fallos prematuros en pavimentos industriales, comerciales o decorativos.
En este artículo te explicamos con detalle en qué consiste la correcta preparación del soporte, qué ensayos deben realizarse para diagnosticar su estado y qué tratamientos pueden aplicarse en función de los resultados. El objetivo es asegurar que el soporte esté en condiciones óptimas para recibir el sistema de pintura o revestimiento, maximizando así su vida útil y su comportamiento.
Evaluación del soporte: ¿por qué es imprescindible?
Antes de iniciar cualquier aplicación, se debe realizar una evaluación del soporte existente. Esta fase diagnóstica no solo identifica posibles patologías o defectos ocultos, sino que permite elegir el tratamiento más adecuado para acondicionarlo correctamente. Esta evaluación dispone de tres ensayos fundamentales:
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Medición de la humedad del soporte
El contenido de humedad es uno de los factores más determinantes a la hora de aplicar un sistema de pintura sobre suelos. Una humedad excesiva puede provocar graves defectos, como ampollas, desprendimientos, pérdida de adherencia o incluso el levantamiento completo del revestimiento una vez curado.
Métodos más utilizados para medir la humedad:
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- Método del carburo de calcio (CM): Este procedimiento, de tipo químico, consiste en extraer una muestra del soporte (habitualmente de hormigón o mortero), introducirla en un recipiente hermético junto con carburo de calcio y medir la presión generada por la reacción química con la humedad. El gas acetileno liberado permite calcular con gran precisión el porcentaje real de humedad del soporte. Es un método fiable y ampliamente aceptado en obra.
- Higrómetro de contacto o sonda protimétrica: Se trata de un método rápido y no destructivo que permite detectar zonas húmedas en superficie. Aunque no ofrece la precisión del método CM, es útil como herramienta preliminar para cribado o para el seguimiento de secado.
- Método de lámina plástica: Consiste en extender una lámina de plástico de unos 40 x 40 cm sellándola completamente con cinta adhesiva estanca, asegurando que no entre humedad ni aire del ambiente. Dejamos transcurrir 24 horas y analizaremos si hay condensación en la cara interna de la lámina o si a oscurecido la superficie del soporte, cualquiera de estos dos indicios implica que hay humedad activa en el soporte.
Valores de referencia recomendados:
- ≤ 4% en peso para la mayoría de sistemas epoxi o poliuretano.
- ≤ 3% en caso de soportes con calefacción radiante.
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Ensayo de cohesión superficial
Este ensayo determina si el soporte tiene la solidez necesaria para soportar los esfuerzos de tracción del sistema de revestimiento, especialmente durante el curado, cuando se generan tensiones internas. Si la cohesión es insuficiente, existe riesgo de desprendimiento del sistema junto con parte del soporte.
Procedimiento del ensayo:
Conocido como ensayo pull-off, se fija un disco metálico a la superficie del pavimento con una resina epoxi. Una vez endurecida, se aplica una fuerza de tracción perpendicular mediante un dinamómetro hasta que se produce la rotura. El equipo mide la fuerza necesaria para arrancar el disco, expresada en megapascales (MPa). Según dónde se produzca la rotura, se evalúa si el fallo ha sido en el soporte, en la unión o en el adhesivo.
Valor mínimo recomendado:
- ≥ 1,5 MPa para la mayoría de sistemas de pavimentos.
- Si el fallo es cohesivo (es decir, se rompe el soporte), puede aceptarse un valor inferior siempre que sea estable y uniforme.
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Resistencia a la compresión del soporte
Un soporte que no tenga resistencia estructural suficiente puede deformarse bajo cargas o sufrir fisuración. Por ello, es necesario comprobar su resistencia a compresión, especialmente en entornos industriales o zonas de tráfico intenso.
Métodos de ensayo:
- Ensayo con testigos cilíndricos: Se extrae una muestra del pavimento mediante una corona de diamante. Esta muestra se somete a compresión en un laboratorio con una prensa hidráulica hasta su rotura, siguiendo la norma EN 13892-2. Ofrece una medición precisa y directa de la resistencia del material.
- Esclerómetro o martillo de Schmidt: Método no destructivo que consiste en golpear la superficie con un resorte calibrado. El rebote medido da una indicación de la dureza superficial. Es útil como aproximación, pero no sustituye al ensayo con testigos.
Valores orientativos:
- ≥ 25 MPa para pavimentos generales.
- ≥ 30 MPa en zonas de alto tránsito o donde se apliquen sistemas de gran espesor.
Tratamientos previos según el estado del soporte
Una vez evaluado el soporte y conocidas sus condiciones, se puede definir el tratamiento más adecuado antes de aplicar cualquier sistema de pintura o resina. La preparación puede variar considerablemente dependiendo de si el soporte está en buen estado o presenta patologías.
Soporte en buen estado
Cuando el soporte presenta una superficie estable, sin fisuras ni degradación aparente, puede bastar con una limpieza exhaustiva y la aplicación de una imprimación reguladora.
La imprimación cumple dos funciones fundamentales:
- Regulariza la absorción del sustrato, evitando que el sistema posterior se absorba de forma desigual, lo que podría generar manchas o zonas de diferente curado.
- Mejora la humectación, es decir, la capacidad del revestimiento de adherirse correctamente al soporte.
En estos casos, el uso de una imprimación epoxi o acrílica adecuada permite garantizar la durabilidad del sistema y la uniformidad del acabado final.
Soporte con deficiencias o patologías
En presencia de soportes dañados, se requiere una preparación mucho más exhaustiva como:
- Soportes con baja cohesión
Cuando el pavimento está pulverulento o degradado, la solución pasa por consolidarlo en profundidad. Para ello, se utilizan resinas de baja viscosidad y alto poder de penetración, capaces de infiltrarse en el soporte y reforzarlo internamente.
Productos recomendados:
- Fixacril (resina acrílica)
- Epoxi sellador al 40% de sólidos
Ambos productos permiten restaurar la estabilidad superficial y preparar el soporte para recibir el sistema de revestimiento.
- Soportes con daños físicos o contaminaciones
En estos casos, es imprescindible realizar un tratamiento mecánico de la superficie, mediante una o varias de las siguientes técnicas:
- Lijado: Utilizado para abrir el poro en soportes lisos o eliminar lechadas y restos de pintura antigua. Se emplean lijadoras orbitales con discos abrasivos.
- Fresado: Método más agresivo que elimina capas superficiales gruesas o morteros mal adheridos. Se utiliza cuando hay desniveles importantes o restos de sistemas anteriores.
- Granallado: Técnica muy eficaz para eliminar contaminantes y proporcionar un perfil de anclaje óptimo. Se basa en lanzar esferas metálicas a alta velocidad.
- Diamantado: Se emplea en soportes muy duros o compactos. Permite corregir irregularidades severas con precisión.
La elección del método depende del tipo de defecto, el estado general del soporte y el sistema de revestimiento que se aplicará posteriormente.
- Regularización del soporte
Cuando la superficie presenta irregularidades o pendientes no deseadas, puede ser necesario aplicar una capa de autonivelante cementoso que actúe como base regularizadora.
Producto recomendado:
- Rhona MA, línea de mortertos autonivelantes cementosos especialmente formulados para ser utilizados como capa base previa a sistemas de pintura o resina. Proporcionan una superficie lisa, resistente y uniforme, fundamental para garantizar la estética y el rendimiento técnico del acabado.

Conclusión
Preparar correctamente el soporte antes del pintado de suelos no es una opción, sino un requisito técnico imprescindible. Sin un soporte evaluado, consolidado y tratado de forma adecuada, ningún sistema de pavimentación —por avanzado que sea— puede cumplir sus prestaciones a largo plazo.
El éxito de un revestimiento comienza antes de abrir el bote de pintura. Empieza con un diagnóstico riguroso, la elección del tratamiento adecuado y la correcta ejecución de las tareas previas. Solo así es posible asegurar que el sistema aplicado cumpla con los exigentes requisitos de adherencia, resistencia y durabilidad que exigen los entornos industriales, comerciales o decorativos actuales.
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