¿Qué tipo de sistema de pintura elegir para mi fachada?
La elección del sistema de pintura para una fachada va más allá de cuestiones estéticas, sino que es, sobre todo, una decisión técnica que condiciona la durabilidad, el comportamiento frente a agentes climáticos y la salud del propio soporte.
Ante esta elección, una de las variables más determinantes es el tipo de resina que compone el sistema de pintura, ya que de ella dependen propiedades como la impermeabilidad, la transpirabilidad, la adherencia o la resistencia a los rayos UV.
En este artículo analizamos los principales sistemas de pintura para fachadas según la tecnología de resina, sus características, ventajas e indicaciones de uso, para ayudarte a elegir la opción más adecuada en función del tipo de fachada y de las condiciones ambientales.
¿Por qué es importante la elección del sistema de resina?
Cada fachada está sometida a un entorno específico: climas húmedos, exposición solar intensa, contaminación urbana o presencia de microorganismos. Estas condiciones exigen soluciones que no solo decoren, sino que protejan el soporte de forma eficaz y duradera.
Las resinas son el componente principal de los sistemas de pintura y determinan:
- Impermeabilidad: capacidad de evitar filtraciones de agua.
- Transpirabilidad: capacidad de permitir el paso del vapor de agua del interior al exterior.
- Estabilidad UV: resistencia a la decoloración y degradación por radiación solar.
- Adherencia: capacidad de anclarse al soporte sin desprenderse con el tiempo.
- Compatibilidad con el soporte: mineral, orgánico, con pinturas antiguas, con sistema SATE….
Comparativa de sistemas de pintura para fachadas
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Sistemas acrílicos
Los sistemas acrílicos son los más empleados en el sector de la construcción y rehabilitación por su versatilidad y excelentes prestaciones globales.
Ventajas:
- Alta impermeabilidad frente a la lluvia.
- Gran resistencia a la radiación UV.
- Buena adherencia a soportes diversos.
- Amplia gama de acabados y colores duraderos.
- Fáciles de aplicar, especialmente en formulaciones al agua.
Usos frecuentes: Obras nuevas y rehabilitaciones, fachadas en zonas con alta radiación solar o riesgo de filtraciones.
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Sistemas a la cal
Los revestimientos a la cal están formulados a partir de materiales naturales y ofrecen una solución mineral y ecológica, cada vez más valorada por sus propiedades saludables.
Ventajas:
- Alta transpirabilidad: facilitan la evacuación de humedad del muro.
- Naturaleza antimicrobiana: inhiben la proliferación de moho y bacterias.
- Compatibilidad con soportes antiguos o de obra tradicional.
- Solución completa al combinarse con morteros de cal como base.
Usos frecuentes: restauración de edificios patrimoniales, rehabilitación, construcción sostenible, muros con humedad estructural.
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Sistemas al silicato
Basados en la tecnología mineral del silicato potásico, estos sistemas ofrecen una altísima transpirabilidad, lo que los convierte en una opción de referencia para soportes sensibles a la humedad interna.
Ventajas técnicas:
- Muy alta transpirabilidad: evita condensaciones y favorece la regulación higrotérmica.
- Reacción química con soportes minerales (silicatación): gran durabilidad.
- Acabado mate mineral, con alta resistencia a microorganismos.
Usos frecuentes: fachadas de piedra, ladrillo o mortero en restauración monumental o edificios antiguos.
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Sistemas de sol-silicato
Los revestimientos de sol-silicato combinan las propiedades minerales del silicato con una mayor flexibilidad de aplicación, gracias a la incorporación de una parte orgánica.
Ventajas:
- Transpirabilidad elevada, con acabado mineral.
- Compatible con soportes orgánicos y fachadas previamente pintadas.
- Buena resistencia a los agentes atmosféricos.
Usos frecuentes: rehabilitación de fachadas con pinturas antiguas, cuando se desea un acabado mineral sin renunciar a la compatibilidad con soportes diversos.
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Sistemas de silicona
Los sistemas de pintura formulados con resinas de silicona integran las mejores características de los sistemas acrílicos y minerales, siendo una solución de alto rendimiento.
Ventajas:
- Excelente impermeabilidad y transpirabilidad simultánea.
- Alta resistencia a los rayos UV, a la suciedad y a la intemperie.
- “Efecto loto”: repele el agua y reduce la adherencia de polvo y contaminantes.
- Baja termoplasticidad: evita el reblandecimiento con el calor.
Usos frecuentes: fachadas expuestas a condiciones meteorológicas extremas, ambientes urbanos agresivos, zonas lluviosas con necesidad de autolimpieza.
¿Cómo elegir el sistema adecuado?
La decisión debe basarse en una evaluación que contemple los siguientes aspectos:
Criterio | Acrílico | Silicato | Sol-silicato | Silicona | Cal |
Impermeabilidad | Alta | Baja | Media | Muy alta | Baja |
Transpirabilidad | Media | Muy alta | Alta | Alta | Muy alta |
Compatibilidad con pinturas antiguas | Alta | Baja | Alta | Alta | Baja |
Aplicabilidad en condiciones adversas | Media/Alta (Pliolite) | Baja | Media | Alta | Baja |
Resistencia a microorganismos | Alta (con aditivos) | Muy Alta | Muy Alta | Muy alta | Muy alta |
Requiere soporte mineral | No | Sí | No | No | Sí |
Conclusión: No existe un sistema único
Seleccionar el sistema de pintura más adecuado para una fachada requiere analizar el soporte, las condiciones climáticas, el estado de la superficie y el objetivo estético y funcional del proyecto. Generalizando:
- Si buscas versatilidad y resistencia global, un sistema acrílico es una elección segura.
- Para restauraciones patrimoniales o soportes minerales sensibles a la humedad, los sistemas al silicato o a la cal son preferentes.
- Si se requiere un acabado mineral, pero sobre soportes ya pintados, opta por el sol-silicato.
- Y si necesitas protección superior en ambientes agresivos o autolimpieza, las resinas de silicona ofrecen el mejor desempeño técnico.
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