Revestimientos acrílicos para fachadas: Diferencias entre base agua y base disolvente
En la rehabilitación y protección de fachadas, los revestimientos acrílicos son una de las soluciones más extendidas por su equilibrio entre estética, durabilidad y funcionalidad. Dentro de esta familia de productos, existen dos tipologías fundamentales diferenciadas por su composición: los acrílicos en emulsión (base agua) y los acrílicos tipo Pliolite (base disolvente).
Elegir el sistema adecuado no solo afecta al resultado estético, sino a la longevidad y rendimiento del sistema en función del entorno y del soporte.
Acrílicos en emulsión (base agua)
Los revestimientos acrílicos base agua, también conocidos como acrílicos en emulsión, son los más utilizados en obra nueva y rehabilitación de viviendas. Destacan por su facilidad de aplicación, sostenibilidad y respuesta técnica equilibrada.
Este tipo de productos ofrece una buena flexibilidad del film una vez seco, lo que permite acompañar los pequeños movimientos del soporte sin agrietarse. Esta característica resulta especialmente útil en fachadas de edificios ubicados en zonas con variaciones térmicas moderadas o con materiales que presentan cierta retracción.
Otra ventaja destacada es su buena transpirabilidad. Esta propiedad permite que el vapor de agua generado en el interior del edificio se evacúe correctamente a través del muro, minimizando el riesgo de condensaciones o aparición de humedades estructurales.
Desde el punto de vista operativo, estos productos presentan un bajo nivel de emisiones y olor, lo que facilita su aplicación en entornos habitados o urbanos sin interferir en la vida cotidiana. Además, sus tiempos de secado son reducidos, lo que agiliza la planificación de obra.
En cuanto a resistencia, los revestimientos base agua ofrecen una muy buena protección frente a la radiación UV, manteniendo la estabilidad del color a largo plazo.
Productos de Isaval:
- Isacrílico / Fixenol Pigmentado
- Línea Impermisal
- Línea Revisal
Acrílicos tipo Pliolite (base disolvente)
Los revestimientos acrílicos al disolvente, formulados con resinas tipo Pliolite, están indicados para condiciones ambientales más severas. Su resistencia y adherencia en soportes difíciles o degradados los convierten en una solución especializada para rehabilitaciones complejas o fachadas con elevada exposición a la intemperie.
La principal característica de estos productos es su gran adherencia, incluso sobre superficies poco porosas, envejecidas o previamente pintadas,. Este comportamiento los hace especialmente útiles en rehabilitaciones donde no se puede garantizar la limpieza o preparación óptima del soporte.
Estos sistemas muestran una gran resistencia a la alcalinidad del soporte, a la lluvia intensa y al lavado por agua, lo que los convierte en una barrera eficaz contra patologías comunes como eflorescencias o degradación del recubrimiento por el agua.
La película que generan es más compacta y resistente que la de los productos base agua, por lo que funcionan como un escudo protector frente a agentes atmosféricos agresivos o entornos contaminados.
Sin embargo, su aplicación requiere personal técnico cualificado. El uso de disolventes implica ciertos condicionantes en la manipulación, ventilación y tiempos de secado, lo que obliga a una planificación más estricta.
Productos de Isaval:


¿Cuál elegir?
La elección entre un revestimiento acrílico base agua o base disolvente debe responder a criterios técnicos y no meramente estéticos. Las principales variables a tener en cuenta son:
- Naturaleza del soporte: Si el soporte es nuevo, absorbente y en buen estado, la opción base agua suele ser suficiente. En cambio, si es un soporte envejecido, con restos de pintura, poco absorbente o con alcalinidad residual, los productos al disolvente ofrecen mejores garantías.
- Condiciones ambientales: Para climas húmedos, fríos o con lluvias frecuentes, los acrílicos al disolvente garantizan mayor resistencia al lavado prematuro y a la humedad. En entornos templados o urbanos, los productos base agua son más adecuados por su confort de aplicación y menor impacto ambiental.
- Condicionantes de aplicación: Si se requiere una obra rápida, sin olores y con bajo impacto en el entorno, las soluciones base agua son la mejor opción. Si la prioridad es la resistencia y durabilidad en condiciones adversas, se debe optar por sistemas al disolvente.
- Objetivos funcionales y estéticos del proyecto: Ambos sistemas ofrecen una amplia gama cromática y acabados. La diferencia radica en el nivel de protección requerido frente a agentes externos y en la adherencia al soporte.
Conclusión
Tanto los revestimientos acrílicos base agua como los base disolvente representan tecnologías eficaces dentro de los sistemas de protección de fachadas. Conocer sus diferencias, ventajas y limitaciones es fundamental para garantizar un resultado duradero y libre de patologías.
En Isaval, ofrecemos soluciones adaptadas a cada necesidad constructiva, con productos desarrollados específicamente para responder a las exigencias técnicas y estéticas de cada proyecto. Ante cualquier duda, nuestro equipo técnico puede ayudarte a elegir la opción más adecuada para tu fachada. ¡Contacta con nosotros!